ornella vilaro

lunes, 31 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XII


          LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XII

     << Lamentablemente, ella empezó a corresponderme en mis múltiples avances. Supongo que con el tiempo se fue enamorando  de mí, o al menos eso termine creyendo yo. Lastima que me equivoque, nunca se había tenido ningún interés real en mí persona. En realidad el único sentimiento sincero en Marian fue hacia mis múltiples cuentas bancarias. Cuentas que gracias a ella fui asiendo desaparecer, depositándolas a todas en fondo común en el extranjero donde mi esposa no se enterase de su existencia. Curioso no, yo un astuto hombre de negocios cayendo en una treta tan evidente. No  tuve la menor sospecha de lo que se avecinaba, yo me hallaba muy seguro de mí mismo y esta nueva posición. Puesto esta que el tener una amante no era una novedad, pero Marian le adiciono todo un nuevo condimento, donde ella era completamente sumisa a mis caprichos y órdenes. Donde no le molestaba mostrarse como un simple trofeo.>>

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi 

domingo, 30 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XI


         LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XI

     <<En realidad si lo pienso realmente nunca le preste mucha atención a mi hijo. Por eso talvez lo termine asiendo completamente a un lado. Hoy con el tiempo me doy cuenta, de lo mucho que él  precisaba mí atención. Sus constantes problemas en el colegio, eran apenas excusas para llamar la atención y yo como un verdadero imbécil, mandaba a mí secretaria. Supongo que en cierta medida ella fue mas una figura paternal que yo, pues pasaba horas hablando con él y escuchándolo. Cosas para las que yo jamás tuve tiempo. Bha, cosas para las que yo no quería tener tiempo. Supongo  que debido a esta actitud, yo comencé a sentirme atraído hacia mí  secretaria, la cual se llamaba Marian. Aunque creo mas bien fue la necesidad de marcar territorio, pues me hallaba muy celoso, por las atenciones brindadas a mí hijo. Hasta ese ridículo punto se habían degradado la relación padre e hijo.>>

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi.   

viernes, 28 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) X


                 LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) X

       Debería de aprender a tragarme mis palabras. Soy  un perfecto idiota, hay cosas que uno no quisiera hablar nunca, pero lamentablemente llegan. Me termino alejando de Estela, busco una silla. Me siento en una bastante destrozada, cuando lo hago rechina estruendosamente, casi debo hacer equilibrio para sostenerme. Ella se gira y me queda mirando, con su hermoso rostro cada vez mas serio.

     -Creo debería de contarte, como era la relación con mi hijo. Como  ya te había dicho, en un principio, lo considere útil. Desde un principio la vida social que él me había abierto, reprencentaba todo un mundo de posibilidades, para relacionarme con mis jefes y así poder ingresar a un selecto circulo. Pero a pesar de todo lo que yo hiciese,  existían cosas que no podía controlar, como por ejemplo las amistades elegidas por mí hijo. La escuela era otra faceta, donde yo no podía intervenir. Termino convirtiéndose en un alumno conflictivo y eso implico que se fuese alejando del selecto círculo que le había elegido. Quien después de todo iba a querer, que sus hijos convivieran con un niño tan problemático. Por ende para mí se convirtió en un accesorio estorboso e inútil.

  Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

jueves, 27 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) IX


                 LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) IX

       -No  entiendo a que te refieres.
        
       -Sencillo me dices que tu mujer era una puta, por engañarte-. Entiendo los reproches de Estela y yo debería haber medido mis palabras.-Y sin embargo, en un principio tú dijiste que hacías lo mismo. Pero también dejaste entrever que eras un idiota. Bien hasta ahí entiendo, ahora vallamos al tema cuando dijiste que es normal o no. Cuando dijiste que no era normal la falta de reacción en un marido engañado. Acá viene, mi  otra pregunta. ¿Qué he de pensar? ¿Quién crees que soy, cuando me recibes en tu cama o me ruegas que venga a consolarte?-. Ofendida se levanta del roído colchón en la que estaba acostada. Pasa a mí  lado, ignorándome. Se pone de pie en la ventana con los brazos cruzados, su piel desnuda brilla a la luz de la luna. Intento acercarme y ella con el frío de un témpano, apenas me habla.-Seguí hablando después  vemos como sigue un nuestra relación.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi          

martes, 25 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VIII


LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VIII 

   <<Tal vez esa falta de reacción, debí tomarla como una señal. No es normal, el carecer de emociones ante una situación así. Pero había llegado a tal punto en la relación con mi esposa, que me era completamente ajena, como si jamás nos hubiéramos conocido. Quien sabe, seguramente habíamos cambiado tanto, que ya éramos otros. La cuestión es que ningún momento, sentí nada y tampoco pretendía algún sentimiento. Yo no podía considerarme, el mártir de la pareja cuando a sus espaldas y desde mucho  tiempo antes hacia lo mismo.  A pesar de todo ella parecía querer arreglar nuestra familia. Sin embargo yo pretendía destruirla a toda costa y quería que ellos estuviesen, para hacerlos sufrir ha toda costa.>>

     -¿Puedo preguntarte algo?-. Estela, interrumpe mi narración. Yo asiento con la cabeza.-Me decís ¿Qué esta mal que ella te engañase y sin embargo cada  noche durante los últimos 2 años, me has aceptado en tu cama?

   Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

domingo, 23 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VII


              LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VII
   
       <<Así es como transcurría mí vida, con éxitos increíbles en mí trabajo, una familia casi ajena. Incluso mí  esposa trofeo tomo su puesto como tal. Fue al mismo tiempo que ella comenzó a vengarse, de la misma manera que lo hacia yo con ella. La única diferencia era que no se molestaba en ocultármelo. Una tarde llegue a nuestra casa cuando al acercarme a la habitación donde dormía, oí como tenía relaciones con otro hombre. La reacción, normal  para cualquier marido engañado es tener un ataque de rabia e  irrumpir en la habitación. Pero no, no lo hice, es mas me  sorprendió la falta de cualquier reacción, tan solo pegue la vuelta y me fui a sentarme en el living a ver la tele. Estuve sentado allí por un par de horas, pero en ningún momento pensé en lo que sucedía en mí habitación, solamente espere hasta que terminaran.  Luego subí a la habitación, donde ya  no estaba nadie mi esposa se bañaba y el hombre que estaba con ella ya había partido. Como no  habían cambiado las sabanas, decidí dormir en otra parte.>>

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi      

sábado, 22 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VI


                    LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) VI

   <<Con el tiempo mí familia, se fue alejando y yo de ellos. Muy pocas veces convivíamos y si estábamos unos minutos juntos terminábamos discutieron. Maria, mí esposa, me recriminaba el no estar nunca y el desaparecer todas las noches. Mientras que Martín, mí pequeño hijo, reclamaba atención, como todo niño. ¿Oh, dios qué hice? ¿Cómo pude hacer eso?. Tan solo tenia siete años.>>

   Lloro, como si mereciera, compasión alguna. No  la tengo. Estela solo estira su mano tomándome del hombro y  apenas me habla.

    -Toma aire y continúa-. Me dice fríamente. 

   -Bueno. Disculpa hay cosas muy difíciles de contar, pero mejor sigo. La cuestión es simple, yo pensaba por ese entonces, que era Maria la que estaba mal. Por ende comencé, a vengarme de ella. Las  recriminaciones por mis desapariciones nocturnas, nacieron en esa, supuesta,  justa venganza. ¿Dónde iba?. Fácil, a donde me llevase la noche. Generalmente terminaba en los brazos de algún prostituta o simplemente tirado en algún callejón, inconciente por las bebidas y alguna que otra droga pesada. Si se por tu mirada, lo que piensas de mí  y tienes razón, era una mierda.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi      

jueves, 20 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) V


                   LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) V

   << Aun así yo  me sentía completamente, realizado con mí mediocre trabajo. Imagínate, un tipo de unos treinta años, alto ejecutivo de una empresa pujante, él cual  había sido criado y casi creado con los códigos del mercado, me creía indestructible. Tanto es así que no deparaba en gastos para mí familia, a pesar de no sentirme del todo conforme con ella. Desde donde yo lo veía, era razonable sentir cierto desprecio por ellos, puesto que nunca fueron de mucha ayuda en lo tocante a mi necesidad de superación personal. Ellos vendrían a ser, como explicarlo, una inversión caduca. Puesto que me case con mí esposa, en un principio por amor, pero más debido al nacimiento inminente de mi hijo. El cual con término siendo una excelente excusa para conocer inversionistas. Tu sabes, cumpleaños, fiestas de fin de año, reuniones escolares, etc. Aparte descubrí que las empresas confían mas en hombres con familia y una vida anclada, que en solteros juerguistas. Curioso, no, después te exigían que abandones lo primero y te apañaban en lo segundo.>>

    Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) IV


                              LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) IV

     Concentro mí angustia en el piso y le hablo sin poder sostenerle la mirada.

     - Antes de la caída del mundo yo era un exitoso ejecutivo. Compraba y vendía acciones de empresas que no sabia donde estaban o  que se dedicaban. Tampoco mucho me importaba, aun hoy sigue sin importarme. No espero que entiendas con exactitud mí  trabajo, pues en ese entonces tú eras una niña, supongo. Pero baste entender que mí oficina, estaba ubicada en uno de esos enormes edificios, que hoy vemos en su mayoría caídos. Donde suelen sacar los vidrios para fundir en los hornos y hacer los platos para comer. Bueno, yo trabajaba en un lugar de esos, cerca del último piso. En ese entonces mientras más alto estuviese, tú puesto de trabajo, más importante eras. Bha, esto significaba que menos  gente te cagaba. En realidad te bañabas en mierda peor que quien limpiaba los baños públicos, de esa época.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi  

miércoles, 19 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) III


            LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) III

    Afuera de la habitación, el mundo es inmenso y la vida de todos transcurre como  si nadie hubiese oído las duras palabras de Estela. Bueno en realidad, yo fui  el único en oírlas.  Ahora estoy parado con la cabeza gacha y el rabo entre las patas, como  perro regañado. Mi intención  no era justificar mis acciones, pero así lo entendió ella y posiblemente tenga razón. Tanto tiempo sumergido en mí locura recibiendo la compasión de los  demás, que ya he empezado ha sentirme una victima, cuando mí intervención, en estos hechos que rehuyo contar es más bien la de victimario. Pero aun así es difícil  hablar de semejante locura. Si no la quiero  perder debo  contárselo todo sin ocultarle ninguno de los escabrosos detalles. Solo  espero que al hacerlo no me abandone. Con un esfuerzo sobre humano levanto la cabeza, para mirarla a los ojos. Esos hermosos ojos color azabache, que en este momento me perforan con su mirar.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) II


                 LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) II

   -Primero creo, he de aclarar que yo no era así como soy ahora. Un loco incapaz de controlar mis emociones. Un tipo al que todos, menos tu, esquivan. Se como  la mayoría cree que soy y… ojo esto me a servido durante mucho tiempo. Lo reconozco, gracias a mi condición he podido conseguir una libertad que nadie tiene-. Respiro antes de seguir con mi descripción personal. En realidad no sé para que intento justificarme, como  si quisiera conseguir una declaración de inocencia o una exoneración, cuando se sin lugar a dudas que soy culpable.- Disculpa si parece que estoy, tratando de dar un justificativo viable para justificar mí atroz crimen, pero tengo la necesidad de explicar la situación actual en la que me encuentro. Yo …- . En ese momento levanta su mano para detenerme. Su seño fruncido no me inspira mucha confianza.

    -Antes que continúes. Quisiera yo aclarar yo unos puntos, como por ejemplo, que no te estas describiendo, sino que solo me cuentas como crees que te ven los demás. Otra cosa, realmente  te párese que después de decirme que mataste a tu familia es medianamente razonable dar tantas vueltas. ¿Para qué?. Para ver si me distraigo y olvido el tema. Te dije que me contaras, que sabría comprenderte. No que me faltases el respeto, divagando. Ahora te lo pregunto una sola vez. ¿Vas o no ha contarme lo qué le hiciste a tu familia?

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi       

martes, 18 de enero de 2011

LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) I

    
      LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) I

  No puedo creer que se lo este diciendo, después de que ella me contase el infierno de su vida. La veo mirarme a los ojos acusándome de ser como aquellos, que le arruinaron la vida. Sus ojos negros son terriblemente penetrantes, me perforan el corazón. Dios, no tengo  escapatoria, es culpa mía por que no me calle, cuando tuve oportunidad. Como le voy a decir la verdad, decirle que mate a mi familia ¿en qué estaba pensando?. Ahora seguro la voy a perder. Como perdí a Laura y Martincito. Ahora me siguen sus fantasmas, con el justo castigo del eterno  recuerdo.

   Caigo de rodillas al piso. Lloro como un niño,  desamparado.  Mí cuerpo  pesa toneladas y solo puedo pensar que esta noche se echo eterna. Todo se ha vuelto más oscuro y abrumador. Pero siento un rayo  de esperanza cuando ella  me habla.

  -Cuéntame todo sobre ti, yo sabré escuchar.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi      
  

sábado, 15 de enero de 2011

mientras pienso XXII


                        LA MUERTE DEL ZORRO    



    Escribo esta carta sabiendo, que nadie más la leerá.  Pues permítame decirle a usted, encargado de la requisa del correo. Luego de muchos años de servir al pueblo alemán, no así al  poco estimado y temido líder, jamás procure ningún atentado contra esta persona hoy llamado Füher. Puesto que mi lealtad al pueblo era increbrantable y ha sabiendas de que si bien un atentado a este ser que hoy dirige nuestra nación, seria beneficioso en corto plazo. También he entendido que una nación acéfala por completo, es vulnerable especialmente en plena guerra. Comprendo la necesidad de interponer, un líder, sobre el cual  recaigan las manos de nuestros. Así poder evitar una excesiva opresión ha nuestro pueblo, por parte de las tropas invasoras. Puesto que esta situación, si llegase a darse, implicaría una opresión mayor a la ya existente en todo el territorio nazi. Por otra parte los muros de discordias levantados por las demás naciones del mundo, jamás caerán y al menos le debemos a los conciudadanos de esta hermosa patria un justificativo de los hechos aquí ocurrido. Pues recordemos, que apartir de este momento serán juzgados como  culpables, de los males de toda la civilización. Entonces habiendo dejado en claro, mi postura ante el patético atentado.

   En mí opinión  considero a la operación Valquiria, no llego a ser  más que un atentado hecho con un petardo de fantasía. Considero que el mayor fallo del coronel   Claus von Stauffenberg, fue la excesiva expectativa de poder salir con vida. Un atentado debe ser perpetuado, solo si se carece por completo  de apreciación por la vida propia y de aquellos a  nuestro alrededor. Con esto ultimo pretendo dejar en claro que mí participación en los mencionados hechos, son solo grandes falacias. Puesto que si yo hubiese intervenido, hoy el bunker  seria un humeante cráter, tan grande como los de la luna.

   Con estas palabras me  despido de usted anónimo remitente y procedo al sucedió, sugerido por el tribunal de justicia.

 Gracias. Atentamente.

Erwin Johannes Eugen Rommel antiguo mariscal


Fin

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi  
 

mientras pienso XXI


                                    UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

      Yor-Koc recuerda dos hechos puntuales de que definieron su vida. El primero el asesinato que cometió, hace millones de años en el futuro, donde sin pensarlo dos veces fue capaz de quitarle la vida a tres personas. El segundo hecho que recuerda, el cual lamentablemente para él tampoco pensó, es el como termino aquí.  Sumergido en un paraje completamente selvático, demasiado distinto a las ciudad de metal y cristal  donde se crió. Las bestias que lo siguen, sin tregua, le llevan mucho de ventaja pues este es su hábitat natural, no hay refugio seguro. Lleva mucho tiempo corriendo, solo se mueve por el miedo, de ser el próximo en ser devorado. Siente el corazón, golpeando violentamente su pecho, los pulmones parecen querer salirles por la  garganta. Se detiene para recuperar algo de aire, agitado siente como se le desgarra el pecho, es demasiado correr. Necesita donde reposar, por eso se apoya en el primer árbol cercano. Observa como los hombres, que vinieron con él, lo rebasan. Sosteniéndose, con la mano derecha apoyada en el tronco de una araucaria, tose y se ahoga con su propia saliva. Respira hondo para recuperar su ritmo cardiaco, cuando nota un picazón terrible en su mano levanta la vista buscando que le provoca tal dolor. Sorprendido encuentra caminando  sobre su mano una enorme araña de color verde tornasolado. Se paraliza por unos momentos pues el animal, es más grande que su mano y casi la ha cubierto toda. A pesar del pánico, logra quitarla ha una velocidad increíble. No tiene tiempo de mirar con mayor detenimiento, al gigantesco  animal, pues oye como  uno de sus perseguidores brama de entre la tupida vegetación. No lo  piensa dos veces y continúa su carrera. No sabe donde ir, como  hacer para llegar a un lugar seguro, solo corre. Sus neuronas lo ayudan a olvidar el dolor bloqueándoselo, con el recuerdo de una promesa incumplida.

     Tiempo  antes.

   -Esta es una excelente oportunidad, para ustedes-. Les dice el viejo casi calvo, canoso en las pocas partes donde el pelo aun subsiste y con lentes demasiados gruesos como  para ser culos de botellas. Todo esto sumado con su baja estatura, un guardapolvo mal puesto,  lo asemeja demasiado  a un preservativo mal puesto.-participando de este proyecto, podrán reducir sus respectivas condenas. Incluso si su desempeño es sobresaliente, sus antecedentes desaparecerán  completamente.

     Al oír estas palabras los cinco presos, estallan en ovaciones, sin dejar terminar de hablar al profesor. Los guardias a cargo del cuidado de estos hombres, se ponen tensos por miedo a que escapen. Uno de ellos sucumbe a esta presión y golpea al viejo Yir, en la  boca del estomago. El anciano cae de rodillas sin aire. Al ver la escena Yor-Koc, corre en auxilio del anciano. Tomándolo de los hombros lo pone de pie, evitando mirar la cara del guardia agresor, para evitar que el bruto se torne demasiado violento. Pues es sabido por todos y en especial por los presidiarios, que debido ha los distintos químicos inyectados en sus cuerpos, estos hombres no pueden controlar sus impulsos violentos. Despacio y con cuidado, sobandole los hombros para darle aliento, aleja al anciano de la maquina de matar.      

    -Bueno señores, les explicare como funciona el trato-. El anciano de las gruesas gafas continua  hablando, sin darle importancia al los acontecimientos.-Primero  deberán firmar la siguiente forma-. Les dice, mientras levanta un papel escrito con múltiples preguntas.-Aquellos que no sepan escribir, alcanzara con hacer una cruz en el final de la hoja. Quiero que les quede bien claro, cuando hayan finalizado  con el experimento todas y cada una de sus condenas serán conmutadas de manera inmediata. Así podrán volver a sus casas, en vez de ser devueltos a la cárcel.  Cuando hayan terminado, por favor, si son tan amables síganme  por este pasillo-. Al terminar de dar  las indicaciones el viejo desaparece por una puerta corrediza, que permanece abierta tras él.

    Curiosamente, la mayoría de estos reos, fueron elegidos por no saber leer ni escribir y aquellos que saben no le dan ninguna importancia. Todos marcan una cruz en sus respectivas hojas, las cuales terminan olvidadas encima de un escritorio.  Se marchan tras el profesor por el pasillo, lo hacen en silencio pues les remueve la mente el transitarlo. Cuando llegan al final del pasillo descubren una estancia, donde hay cinco capsulas en forma  de tubos, en centro un panel con distintos comandos detrás de él se encuentra parado el profesor.    
                           
      -Por favor ingresen a las capsulas temporales-.Siguen ciegamente las ordenes del  profesor. Después de todo por que desconfiar de esté hombre, no hay razón alguna.- Cuando estén en el interior las capsulas se cerraran autonómicamente. Para cuando terminen de acomodarse. No se preocupen si sienten sueño, es solo una medida de seguridad por las presiones del viaje-. Luego nadie escucha mas nada, la oscuridad los envuelve y caen en los brazos de Morfeo. 

      Cuando despertaron, los monstruos ya los estaban esperando, el anciano fue el primero en morir. Estos lagartos lo decapitaron en segundos, eran dos y pelearon por los restos del viejo destrozándolo y comiendo sus partes. Inconformes de su primer alimento, arremetieron contra uno  de los presos que no había despertado. Murió sin enterarse de lo sucedido. Los demás se miraron unos ha otros y echaron a correr como locos.

    Ahora.

     Y así es como Yor-Koc, se encuentra corriendo por su vida, mientras a su espalda se oyen los gritos de dos tiranosaurios clamando  por su comida.  Grita y llora, pide perdón lo que sea por que la pesadilla termine. En plena carrera tropieza con una raíz y cae de frente contra el piso, lleno de musgo. Queda desorientado por unos momentos, se limpia lo ojos e intenta sacudirse el rostro para limpiarse el barro. Cuando, siente que lo comienzan a jalar de la bocamanga de los pantalones. Desesperado y pensando que es uno de los monstruos carnívoros, grita hasta quedarse afónico. Gira sobre la pierna atrapada, para intentar zafarse. Para su sorpresa descubre, que quien lo ha atrapado nos otro que uno de sus compañeros, quien con igual desesperación intenta meterlo dentro de una cueva debajo de un árbol. Abandona cualquier resistencia, incluso intenta meterse por sus propios medios. Una vez dentro, su rescatista inspecciona, para ver si los cazadores andan cerca. Confirmado la ausencia total de los seres bestiales, realizan las presentaciones de rigor.

    -Mí nombre es Cyr.
  
    -Yor-Koc. Gracias amigo. Pensé  que ya me tenían.

    -No  hay problema. Aparte creo que he visto algo extraño. Me parece que nos han mentido. No  estamos en el pasado, seguimos en el presente.

    -¿Por qué dices eso?

    -¿Por qué?. Mira fuera y veras que no hay cielo o no te has percatado.

    -No voy ha salir hasta fuera,  puede haber alguno de esos bichos esperando.

    -¡Oh!. Por favor no  te párese que si estuvieran fuera ya nos hubieran, intentado sacar de acá dentro. Salgo yo y te muestro-. Yor-Koc, asiente con la cabeza, demasiado asustado, como para sopesar la situación. Cyr  le hace seña de que salga. Ambos  terminan, terminan a la intemperie, expuestos, mirando hacia el cielo. Son demasiado imprudentes.

    La paciencia es una virtud del cazador. Con ojos inexpresivos y con cierta impaciencia, esperan que sus dos presas se salgan de la madriguera. Primero lo hacen  de a poco, uno de  ellos asoma la cabeza mira para todos lados, luego se introduce a la  cueva nuevamente.  Unos minutos mas y salen los dos. Miran hacia el cielo, sin percatarse de que los asechan. La velocidad, es otra habilidad necesaria para cualquier depredador y  este lo entiende muy bien. En unos segundos, con las fauces abiertas, el tiranosaurio se abalanza sobre Cyr y lo toma por la cintura sin darle tiempo para reaccionar o siquiera gritar.

    Yor-Koc ve como  se llevan a su compañero, intenta escapar. No  lo  consigue pues el segundo tiranosaurio le franquea el  paso. Yor retrocede espantado. Pero ya no intenta escapar, solo se persigna y le reza a un dios en el  que nunca creyó. Antes de morir despedazado, descubre lo que le había dicho el otro preso. No hay cielo son solo ventanales. Todo era mentira, el viaje en el tiempo y las segundas oportunidades.

    Detrás de las gigantescas ventanas, hay dos hombres que conversan animadamente, sobre sus éxitos. Uno de ellos es joven y viste un uniforme militar el otro es viejo profesor de gruesas gafas, calvo y que de lejos párese un preservativo. Debajo de ellos dos seres prehistóricos, logrados a base de  investigaciones biológicas, comen carne fresca. Desde la profundidad, con ojos amarillos e inexpresivos, pero a la vez impacientes, miran los ventanales y aprenden.

   Fin.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi  
   
             

miércoles, 12 de enero de 2011

mientras pienso XX


                                PROSA DE RÉGULUS 

    El dios oscuro río salvajemente sobre el cuerpo inerte del dios padre de todos. Refregó sus vacuos ojos negros, para aclarar su vista, pues no creía posible lo que veía. Pero era así, ante sus pies yacía aquel quien siempre había odiado. Miro al cielo y dijo:

    -Tú que hace eones me habías confinado a esta cripta, húmeda y demasiado silenciosa. Tú pergeñaste mi caída. Hoy estas aquí implorando ayuda. Alimentándome con tu sangre traidora.  Mueres según un ideal eso merece respetarse, así como tu petición-. Su tono de vos se vuelve mas grave y serio. Lleva la mano derecha ha su barbilla en señal de duda.- Si tus hijos te han traicionado, como te avise en el pasado, llevándote hasta mí, para pedirme su muerte. Solo hay alguien que puede, llevar acabo esta sanción. Esa es  mi hija, Nermani y ha ella inconvocó en este momento. Sea derramado sangre de un dios muerto y solo he de  dejar caer,  sobre esta, la de un dios vivo para desatar la justicia celestial-. Así lo hace, con una de sus largas uñas perfora su brazo izquierdo, dejando caer su sangre sobre la del  dios muerto.

    El inmenso charco de sangre bulle, como si hirviera. No coagula en ningún momento, pues la temperatura le impide hacerlo. Las burbujas y el vapor, dejan lugar al las explosiones. Un grito desgarrador, se oye en el recinto. Luego de un tiempo surge una mano del imposible, barro sanguíneo. La mano tantea los bordes donde no ha llegado la sangre, intentando sujetarse hasta que lo consigue. Otro grito desgarrador se oyó en el recinto y al cabo de un tiempo una hermosa mujer surgió del interior del foso sangriento. Bañada en sangre, Nermani, miro a su  padre y grito con todas sus fuerzas, este cubrió sus oídos. Pues este desgarrador sonido solo debe de ser escuchado y sentido por los culpables.

    Todavía envuelta en sangre, con un gesto de sus manos reclamo sus armas. Arco y flecha, le fueron entregados. La justicia seria impartida sin piedad.

    En el piso, desde los ojos muertos del padre de todos, surgieron dos lágrimas de pena.

    Así canta el libro de los silencios.

    Fin.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi         

lunes, 10 de enero de 2011

mientras pienso XIX


                           EL LIBRO DE LOS SILENCIOS

    El padre de todos llego apesadumbrado a la entrada de la enorme gruta. La decisión estaba tomada. El mundo se había envuelto en el caos, la oscuridad del caído cubría todo y dirigía las vidas de los hombres. No existía otra manera de salvar la creación. Aun así, el padre de todos por primera vez, en su  incalculable existencia, conoció la duda. Sus hijos no  merecían ser devueltos al barro del que fueron creados, pero su petulancia y odio habrían de ser borrados de la creación.

    Camino al interior de la gruta, cuya boca recuerda a las negras fauces de la loba, llamada Penumbra, que sigue a la luna. Entro en ella, arrastrando los pies,  sus sandalias apenas levantaban arena. Vestido con el más humilde de los ropajes pues la de un pastor era su apariencia y su función. Ingreso sosteniendo en su mano una daga y un lienzo blanco. A medio camino sintió un calor similar al respirar de un gigante. El aire fue viciándose cada vez mas, antes de llegar el fétido olor lo hizo desfallecer por unos momentos. En el centro de la  gruta, un negro dios lo esperaba. Allí el padre de todos se arrodillo, tomo la daga con la mano derecha y corto hasta los huesos su muñeca izquierda. Dejo caer su sangre sobre el piso de arena, está serpenteó hasta el negro dios, que descansaba sobre su trono. La sangre corrió por entre sus piernas, subió por el estomago y el pecho, hasta terminar en la boca del dios. Casi desmallado, el padre de todos, pudo ver como el representante de la noche eterna comenzaba a despertar.

  Se puso de pie y dijo:

     <<Mi nombre es Régulus. ¿Qué buscas tú, que haces llamarte padre de todos?>>

  Arrodillado y cubriéndose la herida con el lienzo blanco, respondió:

     <<Busco tú justicia. Busco el equilibrio de la creación. Quiero que mates a mis, engreídos y petulantes, hijos. >>

  Luego de estas palabras el padre de todos, murió y Régulus rió sonoramente.

Fin.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi


domingo, 9 de enero de 2011

mientras pienso XVIII


                      UNA SOLA BALA

  Lo ve moverse al borde del  risco. Por una parte se impacta con la capacidad del joven, para las artes marciales, por otra espera que se resbale y le ahorre una bala. Lamentablemente el joven es demasiado habilidoso, no cae. Se queda pensando por unos momentos en el desperdicio de tan eximio atleta, pues sino  fuera por su profesión, hubiese tenido un futuro mas que brillante en la practica profesional del Karate.  Pero el ser uno de los representantes emblemático, del nuevo cartel Luz de Luna, es demasiada responsabilidad. Seguramente el horario de oficina es esclavizante, control de tráfico clandestino, distribución y comercialización de la mercancía,  pagos de coimas y un casi infinito etc. .

  Al verlo moverse con tanto brío, le párese verse a si mismo, con unos cuantos años menos. Bueno salvando las diferencias obvias, como por ejemplo el reutilizar las cabezas de sus más recientes victimas a modo de bolsas de entrenamiento. Otra de las discrepancias es la de estar, en este preciso momento, del lado seguro del rifle de asalto.

  En la espesura de la noche se oye,  un potente estruendo. El joven narcotraficante, se paraliza, un pequeño hilo de sangre surge desde el centro de  su frente y manchándole sus blancas vestimentas. Lugo simplemente cae por el risco. En plena caída da la impresión de ver precipitarse aun muñeco roto.

  Luego de eliminado el objetivo surge desde el interior del bosque, surge el francotirador. Se acerca al borde del risco para asegurarse de haber cumplido con el trabajo. Si hay muchas diferencias, pero también hay similitudes, pues ambos trabajan en los turbios ámbitos del tráfico. Ahora se ha sumado una igualdad más. El franco tirador ya no se encuentra del lado seguro del rifle.

fin. 

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

viernes, 7 de enero de 2011

mientras pienso XVII


                                  UN DIALOGO CUALQUIERA.

  -Mira, te voy ha contar algo. Por favor no se lo digas a nadie. Resulta que yo tengo un amigo, piola el pibe, trabajador resulta que la madre de él, este… este, vende droga. Si, si son buena gente trabajadora, incluso está mujer, cuida chicos y aparte vende drogas. Como  un ingreso extra, viste.  Bueno la cuestión es que yo le guardaba la plata. No  mucha, por que generalmente mí amigo, venia y me pedía. Supone, venia y decía dame quinientos y yo  se los daba. Y así venia me pedía, otras veces dejaba plata. Yo se lo guardaba de gamba, de amigo.

  -¿Cómo controlaba la plata, que se sacaba?. Sino es muy fácil que desaparezca plata.

  -No, no teníamos  ningún control, por eso se me ocurrió decirle, que la contáramos. Para que este tranquilo él y también yo. Así es como un día viene a mí casa y nos ponemos a contarla. Todo bien, había 6000 pesos,  el me pide 500, quedaron 5500 pesos. Hasta ahí todo bien.  El problema, fue cuando una semana después vuelve, ha pedir  toda la plata. Yo agarro se la doy la cuenta y… solo quedaban 4500 pesos.  Te juro por mí hijo muerto, que nunca había tocado nada de esa plata. Desesperado llame a toda mi familia, hasta ha mi novia.  Gente que entra en mí casa,  pero también gente que se que no la va ha tocar. Por las dudas pregunte, nadie sabia  nada, ni mi novia ni mucho  menos mi vieja. Bueno, no  quedando  otra voy a hablar con la madre de mi amigo. Para que te voy a decir, terminamos discutiendo fuerte. Pasamos unos meses sin hablarnos.  Con el tiempo, empezamos a conversar y llegue a llevar a mi nene, para que lo cuiden. Son gente buena, por eso lo dejaron pasar. Incluso cuando mi bebe, come ese veneno ellos llamaron en seguida a la ambulancia y lo acompañaron hasta el hospital. Les sigo guardando la plata viste, por que son gente buena y por que me dijeron, que sino  lo hacia ellos mataban a mí vieja.

  -¿Y la plata?

  - La plata, nosé debemos haber contado mal la primera vez. Te juro que en mi vida, la toque.

 Fin

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

         

jueves, 6 de enero de 2011

mientras pienso XVI

                          HISTORIAS DE HORROR

     El  golpe estaba bien planeado Gustavo apretaba a los de seguridad, Gerardo iba por la recaudación y Mauricio se encargaba de amedrentar a los clientes. Todo se hizo bien planeado  incluso los días en los que, el supermercado se ahorra el adicional de policía. Fueron dos  meses de  planear todo, primero  ver comiera la manera de más fácil de abrir las cajas,  identificar bien a los supervisores. Cosa de apretarlos primero a ellos, que después de todo son los más rápidos a la hora de abrir una caja. El único problema era poder ubicar el auto cerca de la puerta el tiempo suficiente para poder hacerse con el botín sin, llamar la atención a los de fuera, para evitar que la policía sea llamada demasiado pronto. Se termino decidiendo poner un conductor que lo acerque recién al final del robo. Otro de los inconvenientes fue el como trasladar el botín al auto. Llevo un de tiempo el preparar cinco bolsas de arpillera, para que cerrasen con un cordón sus bocas. Este tiempo, sumado a la preparación de los elementos, se le pudo agrega a la observación del objetivo. Gustavo, quien estaba a cargo de esto, le pareció lo más conveniente utilizar armas largas. Cosa que todas las personas dentro del local puedan verlas y así nadie se haga el héroe. Así fue como se termino asiendo.      

   El plan fue sobre ruedas desde el principio, se pudo cumplir con todo lo diagramado si hasta parecía una coreografía. Los guardias, los clientes y los empleados, todos respondieron según lo previsto. El único error fue que Gerardo se ensaño demasiado con uno de los empleados. Nadie sabe por que, pero cuando Gerardo intento acercarse para pegarle con la culata en la cara, el empleado le ensarto un cuchillo serrucho en los testículos. Gerardo intento gritar, casi ni pudo emitir queja, pues en pocos segundos tenia al empleado agarrándolo por la espalda, con el cuchillo en el cuello del delincuente. Gustavo y Mauricio intentaron a toda costa acercase, pero cuando hubieron avanzado tan solo dos pasos, el empleado tomo la mano con la que sostenía el arma y los apunto. Estos actuaron instintivamente y también apuntaron. La situación se había ido completamente de los parámetros razonables. De manera increíble lo que era un robo medianamente tranquilo, se convirtió en una situación completamente tensa donde los tres delincuentes y amigos, ahora se apuntaban mutuamente. El empleado que tenia agarrado a Gerardo empezó ha decirle  cosas al oído, cosas que nadie oía. Gerardo cada vez más nervioso, termino apretando el gatillo contra sus dos cómplices. Los cuales respondieron de inmediato, matando a Gerardo. Rápido y de manera irracional ambos soltaron las armas y se dirigieron hasta donde yacía su amigo. Desesperados intentaron reparar el error, gritaron por un medico o una ambulancia. Nadie se movió  como si todavía los estuvieran apuntando. Fue en ese momento cuando notaron, que quien había arruinado todo el asalto faltaba. Luego oyeron dos clics a sus espaldas, seguidos de sendos estruendos, ambos murieron de inmediato. El empleado desapareció para siempre, nadie supo nunca quien era, la empresa jamás pudo encontrarlo en su nomina. Aun así y todo tres vidas se cobro.
Fin
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi    

martes, 4 de enero de 2011

mientras pienso XV


 
                         AMORES DEL OLVIDO

      Jorge la vio pasar una noche,  caminando a orillas de  la cañada. Primero le llamo la atención que estuviese completamente clava, luego cuando paso por su lado disimulo mirando el cause de la cañada. Cuando está intrigante mujer termino de pasar él se dio la vuelta, para verla irse y hay le llamo la atención otra cosa de ella, el culo. La  miro por unos  segundos y volvió a mirar hacia delante, para darse contra el tronco de una Pipa. Exclamo  intrigantes conjuros, que daban lugar a maldiciones. Se sobo por unos momentos la cara, se seco las lágrimas de los ojos y continúo caminando, hasta Colón.

     Jorge la vio pasar esa misma noche le llamo la atención su pelo negro ébano. Cuando paso por su lado, él….

Fin

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi  
                       

mientras pienso XIV


BARRIO PARQUE OESTE

   Durante mi infancia la vida en Barrio Parque Oeste, también conocido como Barrio General Olmedo, fue muy dura. Los enfrentamientos armados marcaron mi infancia. Todos los niños sabíamos, que las tres de la tarde era la hora señalada. Día a día nos reuníamos con nuestras  bandas y marcábamos los parámetros para los letales enfrentamientos. Primero se delimitaba el territorio, cosa no demasiado difícil pues vivíamos en una cortada, así es como nuestro pequeño poblado del Far-West tomaba forma. Por segundo se dejaba claro la completa inexistencia, por razones de época, de ametralladoras, granadas o bazucas y así evitamos posibles conflictos, pero siempre existe algún desubicado. A Carlitos Martínez, por ejemplo, casi  lo expulsamos ha él solamente se le ocurre tirar una mina anti-persona, en pleno duelo entre dos  Cowboy. Otro punto de discusión, fue la utilización de escopetas o rifles Winchester, se decido con el  tiempo que si podían usarse, solo en caso necesario.

   Los  revólveres, por comodidad e impacto se fueron convirtiendo en nuestras armas, preferidas. Todos y cada uno eran Colts 45, aunque las formas variaban. Algunos le daban forma con solo dos dedos, extendiendo el índice y levantando el pulgar. Otros   encambio hacían huso de tres dedos, arma donde al índice se le suma el dedo medio, formando de esta manera un potente revólver. También con el tiempo comenzó a aparecer una versión mucho más potente y cómoda, formada también por dos dedos, el índice y el pulgar, pero su forma era completamente distinta, puesto que ambos se doblan en sus falanges, reconociendo de esta manera la existencia del gatillo.

   Como ya indique antes, la locación de nuestros  enfrentamientos era la calle donde vivíamos, pero abecés realizábamos excursiones a la plaza del barrio. Estas expediciones eran realmente como  viajar al desierto. Allí ingresaban a nuestro imaginario los indios. Lamentablemente los arcos y flechas eran demasiado caros para nuestros padres. Sumado a que nadie quería ser indio,  los  enfrentamientos comenzaban a los tiros, continuaban a los ramazos y terminaban con la mitad llorando, por los certeros golpes de los aborígenes o en un picadito de football.

   En definitiva estos desgarradores enfrentamientos concluían tan solo con una frase clave. ¡O ya me canse!  ¿Y si jugamos a otra cosa?

Fin

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi    
           

lunes, 3 de enero de 2011

mientras pienso XIII



                    UNA PEQUEÑA HISTORIA
   Por las calles de un suburbio oscuro y triste corre un ladrón. Perseguido por la policía, pues ha robado algo demasiado importante, la persecución continúa por puentes y avenidas. El botín fue dejado atrás hace tiempo, por este escurridizo hombre. Quien debido a la desesperación no repara en los colores indicadores de los semáforos, ni se fija en las esquinas. Ciego, continúa su carrera, sin ver como una camioneta avanza atravez de la una calla lateral.
  El choque es inevitable. Y así sucede.
  Caído en el piso, roto y adolorido. Apoyado contra un farol, frente aun puente decide entregarse. Las fuerzas de la ley le pidén que confiese. Él sin oponer resistencia lo hace.
 -Debajo de un árbol, que esta detrás de una estatua y cerca de una fuente allí escondí el botín.
  Lo miran incrédulos mientras lo reparan. Sonriendo, lo ponen de pie, diciéndole:
-          Corre, solo queremos verte correr en libertad.
Fin.

  Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi

mientras pienso XII



                                    POR DEBAJO.
  Debajo de mi ciudad existe un enorme túnel. El cual es el centro de una inmensa red de túneles menores, que son utilizados por ladrones y parias como calles. Estos le permiten salir a cualquier parte de la ciudad, sin que la policía los atrape nunca. Estos seres oscuros han podido formar una sociedad casi como la nuestra, donde existen reglas a cumplir. Incluso poseen una religión. Creada a partir de una curiosidad de la naturaleza. Pues es en centro de este inmenso túnel donde existe una especie de gigantesco árbol el cual ha podido crecer sin la necesidad de la luz del sol. Esta fenomenal planta da unos frutos dorados, que son el principal alimento  de los malvivientes. A un costado del árbol se alza la estatua del patriarca de los ladrones un antiguo intendente, que luego de caer en desgracia, se divertía mezclando los cables de los semáforos.
Fin.
  Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi