ornella vilaro

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CIUDADES DEL CENIT XI


CIUDADES DEL CENIT XI
-          Deberíamos irnos, no es un lugar seguro y depaso le avisamos a Gorki de lo que encontramos acá-. Es el único momento que oigo algo coherente del impotente.

   Vamos hasta el jeep y nos subimos a él. Cuando intento saltar para sentarme en la caja, detrás de Estela, me doy cuenta que mi mano derecha tiembla. La sostengo fuertemente con la otra. Tomo envión, me subo, quedo sentado en la parte de detrás del jeep y cruzo los brazos para que no se note que el temblor comienza a invadirme todo el cuerpo. Oigo la cháchara del impotente durante todo el viaje. Intento disimular mis nervios destrozados vigilando las montañas de escombros a nuestro alrededor. No veo nada, pues apenas surgen las primeras luces del amanecer. Pero es una buena escusa para no interactuar con el impotente. Es mejor mantenerme en silencio, los locos somos más confiables si estamos callados.

Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi   

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