ornella vilaro

domingo, 2 de enero de 2011

mientras pienso IX


                                   AUTOMATAS II

   Uno de los objetivos, del automatismo, seria emular a la naturaleza y por que no remplazarla. En este campo se desarrollarían y perfeccionarían las replicas de animales. En un comienzo se quiso  realizar autómatas de plantas, pero como ya hemos dicho la gracia de un artículo de este tipo yace en la  capacidad para realizar alguna tarea, por consiguiente no tuvo éxito. Existo que si tuvieron los autómatas replicantes de animales. Ahora antes de continuar quisiera dejar en claro el porque de la necesidad de remplazar a la naturaleza. Muy sencillo el exceso de animales, antiguamente existían demasiados, por consiguiente la suciedad que estos generaban ocupaba demasiado espacio,  gracias a dios hoy día no tenemos tales problemas.

   Muchos destacaron en esta disciplina entre ellos se encontraría un joven inventor chino llamado Po. El cual inventaría una oruga en base al movimiento perpetuo.  Lamentablemente no se hallaron registro del funcionamiento del animalito. Si, en todo caso se encontrón informes sobre, el  arresto de Po. Según los informes este seria, arrestado, al realizar la presentación ante el  emperador. La razón, que consta en el informe, seria por insultar al emperador y acusarlo falsamente, según el juez de turno, de haber pisado su invento. Jamás se vuelve a mencionar a Po en la historia de china. Pero hubo otro que destaco y fue el maestro King-su Tse. Este estudioso de la física y la alquimia generaría dos inventos destacados uno de ellos produciría una verdadera revolución. Primero crearía una pequeña urraca de bambú, la cual huiría de su jaula al  poco tiempo de ser creada. El segundo y el más importante para el imperio chino serian un caballo que atraves de resortes, procuraba indomables corcoveos. Este invento fue el causante de la primera revolución en china, debido a que el primero en probar la montura fue el emperador. Lamentablemente el emperador no sabía montar a caballo, por consiguiente  en su primer intento, término dándose un cabezazo contra el piso de porcelana pintado a mano, muriendo de inmediato. El maestro King-su Tse seria nombrado como nuevo emperador. Los archivos históricos, lo describen como un hombre sereno y nostálgico. Terminaría sus días debajo de un ciruelo,  esperando ha aquella urraca de bambú.
Fin

Autor: Nicolás Federico Estaban Vilaró-Tronfi 

No hay comentarios:

Publicar un comentario