Lleva un sombrero marrón, traje azul oscuro, corbata rojo punzo; la vestimenta no combina, el buen gusto no es un requerimiento para su trabajo. Gatilla su Thompson la apoya contra su antebrazo. Se sostiene el marco de la puerta y lleno de furia la patea. no muestra la placa, eso fue hace mucho tiempo. Antes de volverse un asalariado de la mafia. La Thompson escupe fuego, antes de que la puerta termine de abrirse. del otro lado de la puerta, está él vestido de blanco una pronunciada cicatriz recorre su rostro, marcándole un surco en la mejilla derecha. Ninguna bala lo ha tocado siquiera a sufrido el mas mínimo roce, sostiene un humeante revolver entre sus dedos. El dueño de la Thompson es detenido en seco, una gota de sangre brota desde su cabeza, como si fuese una lágrima, recorre su mejilla derecha. Hoy no es tiempo de morir para Al.
fin.
fin.
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