EL CAFETAL
El negro
José fue condenado
a sesenta latigazos
por haber robado
un trozo de
tarta de manzana
de la cocina. Se
lo ato de
manos en el poste que
esta frente a
la casa principal
del cafetal, se
le unto sal
muera en la
espalda para que
cada latigazo arda
como surgido del
mismo infierno. Antes
de comenzar la
faena el capataz
llamo al patrón
para que viera
sufrir al condenado.
Al verlo transitar
por el jardín
hasta el palenque
el negro José,
colgado de manos,
empezó a pedir perdón
a rogar misericordia
por el delito
de tener hambre.
El patrón un
hombre altivo y
joven, que hace
unos meses heredo
la plantación de su padre
recién fallecido no
presto atención al
negro humillándose.
Comenzó el
castigo para el
delincuente. Uno a uno
los latigazos impactaron
en la dura
espalda del negro.
José a sabiendas,
por haber sido
castigado varias veces
antes, grito, lloro,
hizo escándalo suplico
nuevamente y volvió a
gritar. Gritar, para que
el escándalo haga
olvidar al capataz
y al patrón
olviden cuantos latigazos
le propinan sobre
su lomo. Los
latigazos cesaron rápido
no tiene sentido
intentar doblegar a
golpes, cuando el
condenado ya se doblego
antes de comenzar
la faena.
El patrón
alegre, comento al
capataz que al
día siguiente por
la noche iba
a haber fiesta,
pues la patrona se hallaba
preñada. Ordeno que
se matara tres
novillos dos para
las visitas y
uno para los
esclavos. Ordeno también que el negro
José permaneciera atado
durante toda esa
noche para que
no provocara problemas.
El negro
José semiinconsciente por
los latigazos y
colgado de manos,
hoyo la noticia
y recordó en
como el patrón
tiene la costumbre
de pasar las
noches con alguna
negra de la
cocina. Pensó, pensó
si el patrón
sabrá de que
la patrona comparte
tales gustos. Que
durante las tardes
de verano cuando
el calor pega
mas fuerte y
su marido sale
a controlar los
cafetales la joven
patrona busca la
compañía de un
hombre.
El negro
José río a
carcajadas cuando se
puso a pensar
en lo que
dirá el patrón,
cuando su hijo nazca
con el color
del café lavado
con el sudor
de esclavos, con el color
de la tierra
regada con sangre,
con el color
marrón del negro
José.
Fin.
Autor: Nicolás
Vilaró-Tronfi
Me gusta mucho la voz, con la cual está narrado el cuento, sin embargo, creo que deberías poner mucha más atención a los signos de puntuación, hallé también palabras fuera de si, como "hoyo", pudiendo haber puesto "escuchó"; también, en el segundo párrafo, hay un "olvidó" creo, se te olvidó extraer al momento de la edición, y como última observación, para mi gusto, personal, el nombre del personaje, "El Negro José", se me escucha demasiado cliché, podrías optar por hacer una distinción más retórica de un hombre de raza negra llamado José; con todo, te deseo suerte y ánimos en la dura empresa de la literatura.
ResponderEliminarSaludos... >)
muchas gracias por tus concejos.
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