POLVO
BLANCO
El polvo
blanco en una
villa, tiene su
equivalente al oro,
pues gracias a
él todos pueden
olvidar sus penurias.
La tristeza es
remplazada por una
sonrisa efímera, pero
firme y sincera.
El hambre es
olvidada por unos
pequeños momentos. No
nos detengamos en
describir las virtudes
de este polvo
mágico.
Este polvo
si bien tiene
lo que parecen
ser virtudes mágicas,
no lo es, sino que es
un producto industrializado obtenido
atravez de sencillas
transformaciones físicas y
químicas.
Primero, pasa
por un exhaustivo
control de calidad,
donde se revisa
que el producto
mantenga sus propiedades
intactas. En segundo
termino, es fraccionado
de acuerdo a
su pureza y calidad,
empaquetados en bolsas
de aluminios para
que no se
contamine. Aquellos de
mejor calidad es
destinado a la
comercialización directa en
los estratos con
ingresos económicos medios
y altos. Los
empaques de menor
calidad, son destinados
a los políticos
que sostienen acuerdos
comerciales para obtener
votos. En tercer
lugar viene la
distribución del material
terminado, los paquetes
de comercialización directa
son distribuidos al
aparo de las
ultimas sombras de
la noche, durante
la madrugada. Aquellos
paquetes de menos
calidad los cuales
yacen en poder
de los políticos,
son administrados y
distribuidos por ellos
atravez de distintos
subalternos que deseosos
esperan ocupar y
lucrar con la
posición de sus
patrones. En fechas
puntuales, ya sin
la nescecidad del
aparo de las
sombras y junto
a otros productos
el polvo blanco
llega a la
villa, donde indistintamente hombres,
mujeres y niños
los llevan a
sus casas. Siempre
recordando que su
proveedor se postula
en las elecciones que
viene.
Así es
como el polvo
blanco llega a
la villa y
hace su magia
permitiendo que niños
hambrientos puedan merendar
aunque sea una
vez por mes.
Inocentes de todo
aquello, que le
permitió estar sobre
su mesa en
una tasa caliente.
Solo sonríe burlándose
del hambre por unas
horas.
Fin.
Nicolás Vilaró-Tronfi
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