LA VERDAD SOBRE GUN XVII
<< Lo observaban desde el rio, sumergidos hasta la cintura, sus rostros no daban señal de ninguna emoción, parecían estatuas aterradoras. Chas pateaba las bolsas, hurgaba dentro de ellas metiendo la mitad de su cuerpo dentro, para luego salir sucio de sangre y cubierto de gusanos. Los cuatro del rio seguían sin moverse, parecían haber muerto de pie, pues apenas seles notaba su respiración. Chas termino por desistir con sus intentos de encontrar comida y termino sentándose en el piso, agarrando su cara, con las manos completamente sucias. Podría decir sin asegurarlo, que en ese momento se hallaba llorando, pero no estoy segura del todo. Puede haber sido imaginaciones mías, por la necesidad de encontrar algo humano en él. Por un estúpido momento quise acercarme a él para consolarlo. Hoy pienso en lo sucedido y creo que esa actitud en mí fue completamente, un acto irracional. Como podía pretender consolar a quien había arruinado mí vida.>>
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
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