LA VERDA SOBRE GUN XVI
<< Caminamos por tres días entre escombros. Chas no me soltó en ningún momento, no le importaba cuantas veces caía golpeándome con escombros, salientes de hierro, él siempre tiraba de mí haciendo que retomara el paso. Terminaos nuestra caravana ha orillas de un rio. Los otros cuatro no estaban muy conformes, con ser los únicos que cargasen con la comida. Cuando bajaron los bultos para descansar, Chas quiso decir algo, pero estos lo ignoraron por completo y se acercaron silenciosamente a la orilla para beber agua y limpiarse. Chas me soltó por un momento y fue a abrir uno de los bultos, supongo que tenía hambre después de la marcha. Cuando consiguió desatar uno salió un olor a podredumbre, realmente nauseabundo e invasor. No pudo aguantar se echo hacia atrás y patio el bulto. Dios lo que salió de allí fue algo realmente demasiado asqueroso como para describirlo. Baste decir que hoy, luego de tantos años todavía recordarlo me produce nauseas. Desesperado, Chas abrió los otros atados encontrando la misma situación. Pude ver como los otros cuatro, observaban a Chas en su desesperación, lo hacían en silencio desde el rio.>>
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
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