LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XXI
<<Subí tranquilamente por las escaleras, muy lentamente pidiéndole permiso un pie a otro. Abrí la puerta de calle, la deje sin pasarle llave apenas apoyada, camine a través del living, donde tenia un minibar, sin prisa me serví un Wishky. Busque un sillón frente a la puerta de ingreso. Deseoso de repetir la situación anterior, anhelante de volver a vivir la misma adrenalina que cuando había matado a Marian. Espere, espere por varias horas sin que ellos aparecieran. Jugué con la idea de que tal vez, solo tal vez habían huido abandonándome y ahorrándome todo el tramite. Pero lamentablemente el destino tiene caminos inescrutables, justo cuando yo estaba jugando con la idea, ellos atravesaron el umbral de la puerta. Automáticamente reaccione y dispare al bulto más grande. Así mate a mí esposa.>>
<<El charco de sangre que se esparcía. El temblor en mí mano. El llanto desesperado de mí hijo. El sudor que corría por todo mi cuerpo. Sus ojos acusadores, el dedo que me señalaba, la desesperanza, mí hijo allí de rodillas, tan pequeño y frágil. No podía verlo seguir sufriendo. No soportaba verlo señalarme, el muy egoísta no comprendía que yo debía hacerlo. Mí vida tenia que cambiar a como diera lugar. Aun así seguía acusándome, seguía llorando por alguien que no merecía ni una lagrima. Lo odie por eso y lo ame al mismo tiempo, por eso apunte mí revolver a él. Todo se volvió negro. Se que dispare antes de desvanecerme, pero nunca vi el resultado de mi ultimo tiro. Cuando desperté no quise mirar hacia donde estaban los cadáveres. Escape por una ventana, para no tener que salir por la puerta principal y verme obligado a verlos. Al salir fuera note que el mundo no era el mismo. Nunca supe cuanto tiempo estuve inconciente, ni que paso con el resto de la humanidad tampoco me interesa.>>
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
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