LA VERDAD SOBRE GUN (CONTINUACIÓN) XIII
<<Incluso me pavoneaba con ella delante de las amistades que teníamos en común con mí esposa. Se que muchos fueron a contarle. Me hubiese gustado verles las caras cuando ella los ignoraba o les dejaba en claro que tenía un completo conocimiento de mis actividades. Por supuesto tan enceguecido estaba que en ningún momento pensé en como esto terminaría por perjudicarme. Con el tiempo y ya sin ninguna propiedad a mi nombre decidí, que era conveniente divorciarme. Para poder tener completa libertad y obviar así cualquier lazo sentimental o familiar que pudiese llegar a atarme.>>
<< Así es como le ofrecí un trato a mí esposa. Ella debería de darme el divorcio y yo en un acto de generosidad le sedería un auto y una casa en un barrio bastante bueno, por cierto. También entraba en el trato, el hacerme cargo de la manutención de nuestro hijo, hasta que ella consiguiese un trabajo. No quería, después de todo que se me confundiesen con un mal padre. Lamentablemente ella no lo vio como un buen negocio. Dudo que en algún momento pensase que era un negocio. La respuesta que recibí me dejo pasmado. Dijo, que no.>>
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
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