SUCESOS
Un niño
en el Perú,
nace con una
cola y cuernos,
predice la desaparición
de su pueblo
costero. Un pequeño
tsunami asota únicamente
a Punto Orca,
eliminándolo por completo
de la existencia,
el niño de
con cuernos y cola de tan
solo cuatro meses
desaparece junto con
todos sus habitantes.
Al cabo de
dos meses el
niño con apenas
medio año de
vida reaparece, en
uno de los
pueblos aledaños, a
al desaparecido Punto
Orca. La temible
criatura camina con
una soltura que
desmiente su edad
por la calle
principal, gritando para
todo aquel que
quiera escucharlo. El veinticinco de
diciembre el mundo
se acaba. Los
lugareños huyen despavoridos
ante tal predicción,
el niño ríe a
carcajadas burlándose de
los pobres pueblerinos. Su travesía
es trasmitida a
nivel nacional, gracias
a Internet la
noticia llega al mundo en
tan solo unas
horas. A lo largo
de quince cuadras
dos camarógrafos sufren
sendos infartos. El
niño evita cualquier
tarea de resucitación
acercándose a ellos
y quemándole el
rostro a cada
uno de los
fallecidos. En menos de
cuarenta y ocho
horas el mundo
no habla de
otra cosa que
del niño satánico
del Perú y
del prodigio celestial
de la
India.
Casi en
simultaneo al niño
de Punto Orca y
a modo de
respuesta otro niño
prodigioso nace en
la ciudad de
India, llamada Shans.
Esta joven criatura
no dice mas
que, veinticinco de
diciembre. No camina
tan solo flota
sobre el suelo
y utiliza sus
alas como timones.
En India todos
le rinden homenajes
y rezos, hay
fiesta en la
ciudad Shans el
niño alado flota
entre un grupo
de desnutridos vagabundos,
les sonríe y
estos sienten como sus estómagos
se hinchan de
comida y la
fuerzas vuelven a
sus brazos. Las
cámaras de televisión
transmiten todo el
suceso haciendo llegar
la noticia al
mundo.
Los dos
niños llevan una
guerra mediática, durante
varias semanas. Ninguno
de ellos se
llega a conocer.
Ambos niños predican
la destrucción del
mundo, partidarios de
uno o del
otro se enfrentan
en peleas tan
violentas que provocan
la congoja de
cualquier ejércitos. Las
potencias mundiales esperan
que los países
tercermundistas se eliminen
entre si para
ellos tomar lo
que quede.
En algún
lugar del patio
del mundo en
un pueblo agropecuario
un hombre con
pocos años vividos
y muchos sufridos,
labra la tierra
bajo sus pies.
No hablan mucho,
pero si alguien
le pregunta dirá
que el primero
de enero del año que
viene su hijo
cumplirá su primer
añito de vida. Sonríe
como el sol
y sus carcajadas
parecen notas musicales.
Esta juntando dinero
para festejarle su
primer año sobre
la tierra. Este
hombre silencioso, tranquilo
y trabajador, demuestra
cada día de
su vida, que
el único prodigio
real es sembrar
la tierra y
esperar.
Fin.
Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi
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