LA VERDAD SOBRE GUN II
Dejo de mirar por la ventana, para mirarla a ella, durmiendo sobre el colchón roído, que llamo cama. Tapada con apenas una suave y casi transparente tela la cual cumple la función de sabana, pares tener la paz de los siglos. Su suave respirar me lleva a un transe casi hipnótico. No quisiera despertarla nunca, cada noche ruego por que se quede conmigo por siempre. El pensar estas cosas me hace replantearme la decisión de contarle toda la verdad sobre mí. Pues no creo que nadie jamás quisiera, quedarse al lado de un a persona como yo. Además tendría que contarle lo de la misión. Como decirle que confié en mi, si e de controlar a su marido, de manera clandestina. Si supongo que eso seria nada comparado a contarle cuales son los verdaderos orígenes de mis accesos de locura. Siento que debo hacerlo, pero tengo miedo.
Un suave suspiro desesperado escapa de mis labios.
Estela me oye y despierta. Agradezco la penumbra, pues así no puede ver mi rostro desesperado.
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
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