UNA TENEBROSA TARDE
El objetivo era sencillo pegarle un susto a Mariela, cosa que aprendiera a no meterse en con ellas. Después de todo siempre conviene dejar en claro quienes son ellas. O se cree que por ser linda iba andar pavoneándose por ahí levantándose a cualquier tipo, como una puta alzada. Marcela es y siempre a sido la líder, no quiere ha esta minita. Pero no es tonta, si la atacase sola tal vez llegaría a pegarle, en cambio encarándola entre varias podría humillarla como se merece. Abril es hija de un carnicero, no significa mucho solo esta acostumbrada a ver la sangre, por eso llevaba el cuchillo. Ana no estaba muy convencida de hacerlo pero si todas iban, ella también. Las hermanas Ramos, completaban la pequeña patota.
Mariela, tenia la costumbre de irse a su casa por el camino mas largo. Para pasar por una plaza, cercana al colegio. Eran las dos de la tarde y la tarde se perfilaba, como para relajarse debajo de alguno de los olmos de la plaza. Así es como Mariela sonriendo de lado, se dirigió a la plaza. Una vez que llego allí busco un lugar donde sentarse. El elegido fue un árbol detrás de unos arbustos, no estaba necesariamente a la vista, pero si se encontraba apartado de los caminitos de adoquines. En este idílico sitio se sentó a leer, incluso a ver como la gente pasaba sin notarla. Se escuchaba charlas de novios, hombres serios de traje hablando por celular. Incluso pudo ver y escuchar algunos de sus compañeros, los cuales comentaban sobre fútbol. Alguno llego a hablar de ella y el comentario la hizo sonrojar. Aun así disfrutaba la tranquilidad de la siesta. Calculaba llegar a la hora en que su papa se sienta a tomar la merienda. Con la cabeza apoyada contra el tronco del árbol, pudo ver a Marcela y las chicas, paradas en la esquina. Luego se fueron.
Se acercaron por la espalda de Mariela, la hermana mayor de las Ramos fue la que la agarro primero, como era la mas fuerte. Fuerza que nacía mas bien de su edad pues se había quedado tantos años, que termino cursando con su hermana dos años menor. La sostuvo con fuerza, enredándole los brazos al tronco del árbol. Completamente sacada de su cabales Marcela se paro frente a la victima y le tapo con fuerza la boca. Ana y la menor de las Ramos la agarraron de las piernas. Abril se puso frente a Mariela al lado de Marcela, para hacerle unos cortes en la cara. Pero la mano de Marcela en la boca de la otra adolescente molestaba y Mariela no quería las timarla. Dio dos chuzazos uno corto sobre la ceja izquierda y el otro la mejilla. No Salía sangré de inmediato, por eso Abril siguió tirando cuchilladas. Cuando se dieron cuenta de la cantidad de sangre que comenzaba a cubrir el cuerpo de Mariela, las cinco adolescente huyeron espantadas, dejándola tirada debajo del árbol.
Pasaron las horas y la madre de Mariela se desespero llamo al colegio, donde no sabían nada. Llamo a las amigas las cuales también desconocían su paradero. La triste noticia llego a las seis de la tarde, de manos de un joven policía. Mariela había sido encontrada muerta debajo de un árbol en una plaza cercana al colegio. Las cinco chicas jamás fueron identificadas o localizadas. El crimen fue catalogado como pasional. Ana termino internada en un neurosiquiatrico. Abril se suicido con uno de los cuchillos de su padre. La juventud y la inocencia murieron en una tenebrosa tarde, debajo de un olmo.
Fin.
Autor: Nicolás Federico Esteban Vilaró-Tronfi
No hay comentarios:
Publicar un comentario