LA
FORMULA DEL ÉXITO
Henry Kissinger,
durante las décadas
de los sesentas
y setenta tuvo
en sus manos
la formula del
éxito seguro, la
cual consistía en
tres personas el
homicida, el violador
y el borracho.
Este hombrecito- parecido a MR Magoo, pero con
pelo y anteojos-
repitió con éxito
su formula a
lo largo y
lo ancho de
Sudamérica. Henry, nacido en
Alemania, pensaba que
debía proteger a
su país adoptivo
Estados Unidos, de
pestes tales como la
libertad o la
democracia, por esta
razón decidió controlar
los países que
no comulgaban con
su ideal de hombre
supremo. Como un
siniestro aprendiz, decidió
utilizar los métodos
que tan amablemente
le enseñaron los
NAZI, a la
hora de eliminar
a aquellos que
practicaban su religión
en Alemania. Es
así como paso
de ser victima
a victimario, fomentando
política y económicamente distintos
golpes de estados
en lo que
se llamo patio
trasero de Norteamérica.
Este patio trasero
se olvidaron decir,
estaba habitado por
personas, aunque según la
doctrina de Henry
su color de
piel e idiomas
lo disimulaban bastante.
El mecanismo
de acción de
esta formula, si bien
no llego a
concretarse en todos
los países era
muy sencillo. Encabezaba
el homicida, encargado
de eliminar toda
oposición del país. Y con
eliminar me refiero
a hacer desaparecer
el mayor numero de
personas posibles, siempre
es mas gobernable
poca gente. Luego
venia el violador
quien se encargaba
de reproducir su
doctrina. Para conseguir esto
el secuestro y
la tortura era
bien recibidos, después
se emplearon métodos
mas sutiles como
la re-educación de los niños
ya existentes, también
algunos caso se
ordeno a todos
los miembros jerárquicos
aparearse con cualquier
hembra que se
cruzase por sus
narices. Por ultimo
cerrando el siclo
venia el borracho,
hombre que debía
ascender para gobernar
la nueva patria
utópica.
Si el
mundo fuera justo,
como premio para
el señor Henry,
este debería haber
terminado en un
geriátrico postrado en
una silla de ruedas,
ahogándose en su
propio excremento. Pero
el mundo no
es justo, por
eso el señor
kissinger, recibe como
castigo una suntuosa
jubilación e incluso
es considerado como
uno de loas
mas grandes pensadores
del siglo pasado.
Fin.
Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi
No hay comentarios:
Publicar un comentario