LOS PENSAMIENTOS DE DIOS II
Una vez oí como un hombre, que me reclamaba el ser la razón por todos sus pesares. Sin embargo repasando su vida descubrí que él como persona, había engañado a su esposa con múltiples mujeres. Maltrataba a sus hijos, dejándoles en claro que ellos no valían para nada y que jamás había tenido intención alguna por criar semejantes sanguijuelas. Atacaba y torturaba a sus empleadas, obligándolas a mantener relaciones sexuales para conservar sus trabajos. Después, decidí esperar el tiempo lo trajo ante mí. El ejemplo de hombre y de padre volvió a reclamarme, esta vez directamente, por haber creado el mal en el mundo. No volví a perder tiempo en repasar su vida. Solo me limite a explicarle que yo no había creado nada, tan solo me limite a nombrar un administrador y que este lo esperaba en el subsuelo.
Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi.
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