GOTA Y FILO
Sentado en un banco de mármol, el hombre de traje fino fumo un cigarrillo. El gusto a tabaco quemado le trajo el recuerdo a labios carmesí que jamás volverá a besar. La nube de humo se convirtió en un suave rostro de mujer. Cerca de él, dos inertes ojos lo observaban, sin prestarles atención el hombre dio un pitido al cigarrillo. La mujer tardo tres minutos en morir degollada. La sangre empapo las suelas de sus zapatos en dos minutos. El cigarrillo tan solo duro un minuto. La ultima gota de sangre tardo en recorrer el filo del cuchillo una eternidad.
Fin.
Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi
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